El tomate es uno de los cultivos hortícolas más importantes en México, con alta presencia en estados líderes como Sinaloa, San Luis Potosí, Michoacán, Zacatecas, Jalisco, Guanajuato y Baja California. Debido a su valor comercial y a los sistemas de producción intensiva en invernadero, malla sombra y campo abierto, el cultivo está expuesto a una amplia diversidad de enfermedades ocasionadas por hongos, bacterias, virus y patógenos del suelo. Problemas como Fusarium, Phytophthora, Pythium, Botrytis, Alternaria, así como virus como ToBRFV y TYLCV, representan un riesgo constante durante todo el ciclo, afectando la sanidad, productividad y calidad del fruto destinado tanto a mercado nacional como a exportación.
En este contexto, la inocuidad agrícola y la desinfección preventiva se vuelven fundamentales. Productos como Dioxy 900 y Dioxy ORG ofrecen una solución eficiente, segura y versátil para la desinfección de suelos, agua, herramientas, sustratos y sistemas de riego, contribuyendo a reducir la presencia de patógenos sin dejar residuos dañinos para el cultivo. Su acción oxidante de amplio espectro ayuda a minimizar focos de contaminación y a mantener ambientes productivos más sanos desde el almácigo hasta la cosecha, fortaleciendo las buenas prácticas agrícolas y el manejo integrado de enfermedades.